Mandrake ("Mandrágora", aunque las primeras ediciones en España lo rebautizaron "Merlín") toma su nombre de un poema de John Donne, adquiere el físico característico de los magos teatrales y los latin lovers de los años treinta, y -como todos los personajes del cómic- la vestimenta sempiterna del frac y el sombrero de copa de una profesión que, por lo demás, apenas ejerce.

Los libros de Mandrake recogen, tiras diarias, en muchos casos están siendo retocadas, por el mal estado de los originales de los que se parte, lo que ha ocasionado que la colección haya ido apareciendo de forma desordenada.