Manuel GAGO García nació en Valladolid el 7 de marzo de 1925, fue el primero de los cinco hijos, todos varones, del matrimonio formado por Don Manuel Gago Bataller y Doña Amparo García Pérez.
En 1936, al estallar la Guerra Civil, el matrimonio y sus cinco hijos se trasladan desde Madrid a Ontinyent y después a Albacete, por motivos de servicio del cabeza de familia, oficial del Ejército Republicano. Nada más terminar la guerra, con catorce años recién cumplidos se vio obligado a colaborar en el sustento familiar, a la vez que compaginaba sus inicios de dibujante, al ser encarcelado su padre acusado del delito de haber permanecido leal al Gobierno legítimo de España, y pasar tres años en prisión hasta ser excarcelado. Desempeñó diversos oficios, como mecánico de automóviles y otros durante el día, mientras por las noches recurría a la que siempre fue su verdadera pasión, escribir y dibujar historietas, crear héroes inspirados en los de los grandes maestros americanos, Alex Raymon y Harold Foster sobre todo, y de los españoles Emilio Freixas y Jesús Blasco. Sus primeros trabajos fueron colaboraciones para dos editoriales de Barcelona, Editorial Hispanoamericana, Ediciones Marco, y después para la Editorial Valenciana, que le publicaron episodios sueltos, como «El Juramento Sagrado» y «Viriato». Esta fue la editorial que capitalizó sus grandes éxitos. Es el dibujante con más series realizadas en el cómic español, realizó 55 series, entre las que destacan: 1943.- El Guerrero del Antifaz, obra antológica del tebeo español con 668 episodios que se extendieron a lo largo de veintidós años, 1944.- El Pequeño Luchador, 1945.- Purk, el hombre de piedra. (La más imaginativa), todos ellos éxitos en la Editorial Valenciana, 1952.- El Espadachín Enmascarado, 1955.- El Hijo de la Jungla. Las colecciones citadas alcanzaron gran éxito, superando todas ellas los 200 números. En 1943, en la cama de un hospital a causa de la tuberculosis que padeció, creó «El Guerrero del Antifaz», que comenzó a publicarse al año siguiente; en 1945 le llegó el turno a «El pequeño luchador», en 1947 a «Purk, el hombre de piedra», y su éxito más tardío fue «El espadachín enmascarado», creado en 1952. Los años cuarenta fueron los más pródigos para Manuel Gago, ya que tres de las cuatro colecciones de más éxito en su carrera profesional las creó durante esos años, en los que fue el único sostén de la familia de sus padres, al tiempo que intentaba abrir camino a alguno de sus hermanos proporcionándoles páginas para dibujar y guiones para escribir, en especial a Luis, el segundo de los hermanos. En 1950 Manuel Gago funda, con la aportación de un socio capitalista, la Editorial Garga, que pese a durar sólo un año, publica cuatro colecciones, entre ellas la muy cuidada y bien ambientada «El Misterioso X». Posteriormente fundó la Editorial Maga, para que trabajaran sus hermanos en ella y pronto empezaron a manejarla por ellos mismos con la ayuda de los dibujantes. En 1952 creó «El espadachín Enmascarado», el cuarto éxito para la Editorial Valenciana, y empezó a realizar colaboraciones en la Editorial Maga, continuando los trabajos que dejaran colgados los dibujantes de los hermanos Gago. Al final de la década de los cincuenta, Maga necesitaba de nuevo a Manuel Gago, todos los demás dibujantes eran ya inaccesibles, o casi todos; es cuando llegan los éxitos de Manuel Gago para esa editorial. Aparecieron «Piel de Lobo», «El Aguilucho» y «Jim Alegrías» tres de las grandes publicadas en Maga. Mención aparte merece «El Corsario sin rostro», una de las mejores del autor, aunque sólo alcanzara los 42 números. De «El Guerrero del Antifaz» se hizo cargo Matías Alonso con buena hechura, después de que se la retiraran a Manuel Gago. Tras los éxitos citados en último lugar, el tebeo inicia su imparable declive, y entre 1960 y 1966 se hacen esfuerzos desesperados para lograr alguna colección de éxito, se prueba con «Castor», «El Gran Bush», «Mi tío y yo», «El terremoto marino…» En 1966 la industria del tebeo entró en crisis en España, todas las colecciones terminan, incluída «El Guerrero del Antifaz», que la había recuperado, tras el paréntesis de Matías Alonso. Los dibujantes españoles encontraron trabajo en el extranjero, pero Manuel Gago no fue aceptado en el nuevo mercado de dibujantes detallistas y puntillosos. Decidió fortuna por cuenta propia y funda la Editorial Gogar, además de montar una papelería. En Gogar publica «Jimmy, reportero audaz» y «Cameron Kid», que tienen que saldar sus hermanos al poco tiempo; Maga evita la quiebra gracias al préstamo de un empresario castellonense y a tener preparada una colección de cromos llamada «África y sus habitantes», que se vende bien, y hace que la editorial de comienzo a una nueva andadura de dieciocho años más, a base de vender únicamente colecciones de cromos, algunas de las cuales dejaron grandes beneficios a la empresa. En 1978 retomó, a sugerencia de la Valenciana, las aventuras del héroe enmascarado que le dio más popularidad, y dibujó 110 episodios con el título «Nuevas Aventuras del Guerrero del Antifaz» que compaginaba con su trabajo de viajante. Durante esos dos años, abordó un nuevo proyecto, fundó editorial para su hijo y para él, Editorial Isval, en la que publicó su colección de cromos de «El Guerrero del Antifaz», confeccionada en los veranos del 78 y 79. En el verano de 1980, dibujó, compaginándolo con “las Nuevas Aventuras…”, «El Halcón Trovador», que no pudo llegar a completar, ya que falleció el 29 de diciembre de 1980 a la edad de 55 años, dejando como legado esa inmensa colección de personajes salidos de su ingenio y de su poderosa voluntad, fue un creador de magnitud infinita, jornalero incansable y el mejor guionista, sin rival, del cómic de tema medieval español. Gago consiguió que millones de españoles quedaran embelesados y atrapados con sus héroes de ficción. También superó todos los records, magnificando el cómic de continuará, inventado por él. Y todo ello, en la peor época de represión y censura que ha vivido nuestro país¡ |